Racismo: ¡Negros, pobres, indios, nacos y rancheros!




Por: Alejandro VALLE MÉNDEZ

Uno ha de pensar que en nuestro país el racismo no existe, sin embargo, esto está tan vacío como los agujeros de los quesos que almuerza el ratón Miguelito, ya que sí existe una gran discriminación a determinados grupos; ¿Cuáles? Las personas de piel negra o morena, la gente de racho (comunidades), la gente de escasos recursos (que no tienen ni donde caerse muertos), en fin, ejemplos hay muchos, pero lamentablemente aunque este racismo puede decirse que es silencioso (ya que México no clasifica en los esteriotipos del racismo en el mundo), este cada vez se fortalece más, principalmente en las personas de clase media y alta.






El racismo es hoy definido en todas las instancias y foros internacionales como una afrenta a la dignidad humana básica y una violación de los derechos humanos. Un sin fin de tratados internacionales han intentado terminar con el racismo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) utiliza una definición de discriminación racial asentada en la Declaración sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial.

¡Es un naco! ¡Me choca esa gente india! ¡Desgraciado negro! ¡Todos los rancheros son iguales, tercos como las mulas! Son algunas de las frases cotidianas que en algún momento de la vida, has escuchado del familiar, amigo, vecino o de un desconocido que va por la calle sintiéndose carro de perifoneo. Entorno que muestra la presencia racista en la sociedad, la cual parece que no está dispuesta a desaparecer jamás.

¿Qué es el racismo? Es una forma de discriminación de las personas hacia otras, recurriendo a motivos raciales, tono de piel; de tal modo que se consideran unas superiores a otras. El racismo tiene como intención o como consecuencia, la disminución o anulación de los derechos humanos de las personas discriminadas. (Este apareció en Europa en el siglo XIX con el fin de justificar la supremacía de una supuesta "raza blanca" sobre el resto de la Humanidad).

Hay que recordar que el racismo fue intensamente utilizado a partir de las últimas décadas del siglo XIX, por los países europeos, para justificar la legalidad de acciones de dominación colonial, intransigencia y genocidio, en varias partes del mundo.

La gente originaria de las comunidades, son las personas que sufren más intensamente las consecuencias del racismo.

El nacional socialismo surgió como una ideología de superioridad de la llamada "raza blanca", y dentro de ella, la supremacía de una hipotética "raza aria", de la cual los alemanes, eran considerados su expresión más pura en el siglo XX. El racismo nazi estuvo dirigido principalmente contra las personas de origen judío y en segundo lugar contra las personas pertenecientes al pueblo gitano. El nazismo obtuvo también fuerte adhesión fuera de Alemania, en países como Estados Unidos, donde coincidió con el fuerte desarrollo del racismo estadounidense dirigido especialmente contra la minoría afroamericana.

Lo curioso del racismo en el Estado Veracruzano, es que este es uno de los lugares que cuenta con mayor gente negra y morena en toda la República Mexicana, después de Guerrero y Oaxaca. Y donde la marginación hacia la gente de color y la clase social baja está activa y presente.


Cabe decir que aunque formalmente no se acepte, México es racista en muchos aspectos, simplemente el auge que existe en el comercio de las cremas blanqueadoras, las cuales prometen una “aclaración” sorprendente en la piel, dichos productos se venden como la canasta básica que todas las chachas (que racista, perdón, las empleadas domésticas) diariamente hacen en el súper.

Esto también nos enseña que gran parte de la sociedad no está conforme con su color de piel, y en vez de que este grupo (los negros y morenos) se fortalezca, busca productos “milagrosos” que generalmente no funcionan. Ósea, que de cierta manera, buscan la aceptación social (que floooooooooojera, por no decir otra palabra), lo cual es inquietante, ya que como dicen por ahí: “si eres blanco, guapo, ojo de color y delgado hace la diferencia y tendrás mayores ventajas para alcanzar el éxito en tu vida personal y laboral”. Aunque finalmente esto es completamente superficial, dejando a un lado lo que realmente vale de la persona, que es su interior (Ja, ja, aunque suene a cliché o a dialogo de Betty la fea,)

Pero para desdichas de algunos, en el lugar donde vivimos, se ve primero la envoltura del dulce y en segundo término: su delicioso relleno. Aunque debería ser todo lo contrario. Sin embargo, esto cambia cuando el “naco, indio, feo, etc.” tiene billete, todos lo aman y hasta lo idolatran por siempre (o mientras dure el brillo de su tarjeta de crédito).


Tú puedes empezar a hacer algo, siendo más tolerante con las personas que son diferentes o fuera de lo común en su aspecto exterior.

En algunos países hoy en día está penalizado el racismo, considerando esta discriminación como delito, lo mismo sucede por orientación sexual, cultural u otra característica. Algunos la penalizan con sanciones como puede ser el cobro de multas económicas.

En nuestra querida y amada nación (sólo me faltó entonar el Himno Nacional), en noviembre de 2001, el ex presidente Fox presentó la iniciativa de Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, la cual serviría de base en la defensa de cualquier forma de intolerancia o exclusión por motivos de género, edad, estado civil, idioma, religión, ideología, grupo social o étnico, estado de salud, situación migratoria o económica, orientación sexual, discapacidad y color de piel. A pesar de esto, los actos racistas no cesan, pero gracias a este tipo de aspectos legales estas prácticas han disminuido.


¿Qué se debe hacer para borrar el racismo del mapa? No creemos que esto vaya a desaparecer, pero la forma más viable para enfrentar esta situación, es empezando por el hogar, evitando los cientos de adjetivos ofensivos que se dicen en el hablar de cada individuo, así mismo, en el caso de los padres, es conveniente que estos hablen con sus hijos sobre esta temática, dejándoles en claro que debajo de la piel negra, amarilla, roja o de cualquier color, todas las personas tienen lo mismo. Pues hasta el momento ni los príncipes europeos tienen sangre azul.

También hay que resaltar que la situación económica o la falta de recursos no es motivo para rechazar o hacerle el “fuchi” a la gente, al contrario, hay que entender y considerar a todos por igual.
Recuerda siempre “el respeto al derecho ajeno es la paz”, pero esto se logra con esfuerzo, y mucha tolerancia.

 
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