Las “chachas” mandan


No semos machos…pero semos muchas
Por: El Crítico
Todavía recuerdo aquellos años dorados donde las criadas (asistentes domesticas) realizaban las actividades en el hogar en un ambiente de total paz y tranquilidad. Estos seres femeninos mostraban un respeto intachable hacia los dueños de la residencia. Su vocabulario era tan gentil que Jaime el sirviente que le servia mas TANG(polvo para preparar bebida de diferentes sabores frutales) al niño acomodado, se quedaba con la trompa abierta y escurriendo la baba. Su vestimenta bien planchadita era algo que las identifico por mucho tiempo, convirtiéndose en un ícono de la servidumbre.
¡Aaaaaaaaahh!, que tiempos!!! De esta realidad que pareciera haber salido de algún cuento de disney o de los relatos de cachirulo, YA NO QUEDA NADA, NI MAIZ PALOMITAS… Las “chachas” se han transformado en seres insensibles, igualados y hasta majaderos.


Para que puedas entender algunas de las nuevas cualidades que nuestras sirvientas tienen, te invitamos a colocarte en tu mejor asiento y poner mucha atención en lo que a continuación se presenta:
Chambonas hasta para aventarse uno bien flatulento
Las indias marías de antes que ofrecían sus servicios en las familias de clase media y alta tenían un tacto único para la limpieza, pero ésto se trasformó en una leyenda urbana. Y es que estas mujercitas hacen dos de azúcar y tres de holgazanería. Medio trapean el piso, se hacen mensas por horas limpiado un florero; Esconden la ropa sucia con la limpia; Cuando lavan ropa te echan a perder tu ultima adquisición de Calvin Klein; cocinan con las patas; no les gusta que las manden a traer la despensa y cuando lo hacen son bien astutas porque hacen una burrada a propósito para que la dueña de la casa no vuelva a encomendarle dicha tarea jamás. Pero eso si, no las molesten cuando están viendo su taranovela porque se ponen como fieras encarnizadas. O cuando platican con la “chacha” vecina del faje que les dió su novio porque se amuinan y hasta que una que otra mueca se les sale a las autóctonas.
¿Existe alguien mas intrusa?
Las sirvientas se han tomado muy a pecho, cuando su patrón les dice: “eres ya como de la familia” ¿Por qué? Sencillamente se la creen y en conversaciones en donde no tienen nada que hacer, su opinión no puede quedarse afuera, al parecer les pica la lengua ponzoñosa y tienen que entrometerse en donde nadie las llamo. ¡Haaaaaaa! pero cuando realmente necesitas de ella se hacen la loca y como que le están rezando a Michael Jackson para que su cremita aclarante de noche les funcione y ya no se vean tan prietas.

De uniformadas a cabareteras
Antes la servidumbre usaban uniforme o en otros casos trapos decentes, pero ahora usan cada garra que las hacen ver tan vulgares como Niurka o la Tigresa. Y es que a estas atrevidas no les entra en el cerebro que cuando trabajan, deben de guardar la compostura. Ya cuando salgan de trabajar y se dirijan a comprar el pan, el noviecito le puede aplastar las conchas, total se estarán apachurrando los bolillos bien calientitos. Y ni quien les diga ni pío.
Uñitas para que las quiero
A pesar de que se les brinda cierta confianza a las auxiliares de las amas de casa, éstas a veces se pasan de la rayita y cuando se les da la mano, te agarran el pie y hasta las bolas de billar con las que estabas jugando. Y la verdad ésto si es el colmo, porque uno ya solo tiene que cuidarse de los rateros de afuera, también de las uñitas de la criada. Solo acuedarte de este texto, cuando de la nada empiezan a desaparecer de forma inaudita, alguna gargantilla de oro, un billetito que tenías abajo del colchon o en tu armario. O aunque sea una bobería si tenias 10 yogures de la marca activia en el refrigerador, solo quedan 8 y lo inquietante que tú nos comido ninguno. Y mucho menos tu familia porque no sufren de estreñimiento. ¡Así que mucho ojo ¿he? Y cuéntaselo a quien mas confianza le tengas.
Si alguna de estas modalidades de la “chacha” de hoy, las estás viviendo te recomendamos que antes de que sea demasiado tarde, mételes mano dura (y no nos referimos a que las acoses sexualmente ¿he? Porque luego no te la vas acabar con el Ministerio Publico) o bájales el calzón(en sentido figurado) y con unas buenas nalgadas haber si no se componen. Y si no te identificas con nada de lo que se narro, tu asistente doméstica es una santa que merece estar a lado de los restos de la madre Teresa o eres tan pobre que no tienes plata para tener una gata de éstas.

 
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