· Ilustre mexicano, pensador profundo, gran estadista
Ángel R. Cabada, Ver.- Tres años después del Bicentenario de su natalicio, el Benemérito de las Américas, Don Benito Juárez García, sigue vigente en su idea política y humanitaria. Ejemplo de superación personal, Benito Juárez (1806-1872) es considerado un Estadista. Indígena zapoteca, aprendió español a los trece años e inició sus estudios en el Seminario de Oaxaca. A él se deben innumerables citas como la que reza “Nuestro deber es luchar en defensa de la patria, y entre la defensa de una madre y la traición no encuentro medio alguno honroso”.
Abogado por el Instituto de Ciencias y Artes del Estado de Oaxaca, del que después fue maestro de Derecho romano, canónico y civil, física experimental, y Director. Inicia su vida política como regidor del ayuntamiento de Oaxaca. Posteriormente formó parte de la legislatura local, fue secretario de gobierno en 1844, Fiscal del Tribunal Superior de Justicia y Diputado del Congreso de 1846. En 1847 llegó a la gubernatura, donde demostró su gran capacidad organizativa, que se tradujo en una eficiente administración. Por oponerse a Antonio López de Santa Anna, fue encarcelado en las tinajas de San Juan de Ulúa y expulsado del país. Exiliado en Nueva Orleáns recibió la influencia decisiva del ideólogo liberal Melchor Ocampo. Al iniciarse la Revolución de Ayutla contra Santa Anna se trasladó al país y colaboró directamente con su dirigente Juan Álvarez. Al triunfo de la causa fue nombrado secretario de Justicia e Instrucción Pública, y elaboró la ley que suprimió los tribunales especiales para lograr la igualdad jurídica de los mexicanos. Nuevamente gobernador de su estado, fue nombrado al poco tiempo Secretario de Gobernación por el Presidente Ignacio Comonfort y después electo presidente de la Suprema Corte de Justicia. A causa del golpe de estado del Jefe del Ejecutivo contra la Constitución de 1857, ocupó la presidencia de 1858 a 1861, años de la Guerra de Reforma, en que dictó las leyes del mismo nombre. En 1861 fue electo Presidente constitucional para el periodo 1861-1865, pero dadas las condiciones de guerra con motivo de la Intervención francesa y del Imperio de Maximiliano, prolongó su mandato hasta 1867. Fue reelecto sucesivamente en 1867 y 1871. Defensor del liberalismo, de la soberanía nacional ante el imperialismo francés y de la república frente a la monarquía, fue el fundador de la sociedad civil que hizo posible la consolidación del Estado nacional mexicano. Sin dejar de ser católico, combatió al clericalismo, estableciendo un estado laico. Como defensor de la soberanía nacional, Juárez sentó las bases de la política exterior mexicana con los principios de igualdad jurídica de los estados, autodeterminación de los pueblos y la solución pacífica de las controversias. Inició también el sistema presidencialista en México, pues tenía como meta la idea de un gobierno rector de la sociedad para dar al país estabilidad política con el imperio de la ley. Por esta trascendental vida en la formación de nuestra nación, frente a la efigie de su persona colocada al costado sur del parque central de la cabecera municipal, el alcalde Santiago Avendaño Barrios acompañado por su comuna y en presencia de estudiantes de las escuelas de la zona centro, personal de este ayuntamiento, policía municipal, transito municipal y ciudadanía rindieron le justo homenaje colocando una ofrenda floral a sus pies.
Ángel R. Cabada, Ver.- Tres años después del Bicentenario de su natalicio, el Benemérito de las Américas, Don Benito Juárez García, sigue vigente en su idea política y humanitaria. Ejemplo de superación personal, Benito Juárez (1806-1872) es considerado un Estadista. Indígena zapoteca, aprendió español a los trece años e inició sus estudios en el Seminario de Oaxaca. A él se deben innumerables citas como la que reza “Nuestro deber es luchar en defensa de la patria, y entre la defensa de una madre y la traición no encuentro medio alguno honroso”.
Abogado por el Instituto de Ciencias y Artes del Estado de Oaxaca, del que después fue maestro de Derecho romano, canónico y civil, física experimental, y Director. Inicia su vida política como regidor del ayuntamiento de Oaxaca. Posteriormente formó parte de la legislatura local, fue secretario de gobierno en 1844, Fiscal del Tribunal Superior de Justicia y Diputado del Congreso de 1846. En 1847 llegó a la gubernatura, donde demostró su gran capacidad organizativa, que se tradujo en una eficiente administración. Por oponerse a Antonio López de Santa Anna, fue encarcelado en las tinajas de San Juan de Ulúa y expulsado del país. Exiliado en Nueva Orleáns recibió la influencia decisiva del ideólogo liberal Melchor Ocampo. Al iniciarse la Revolución de Ayutla contra Santa Anna se trasladó al país y colaboró directamente con su dirigente Juan Álvarez. Al triunfo de la causa fue nombrado secretario de Justicia e Instrucción Pública, y elaboró la ley que suprimió los tribunales especiales para lograr la igualdad jurídica de los mexicanos. Nuevamente gobernador de su estado, fue nombrado al poco tiempo Secretario de Gobernación por el Presidente Ignacio Comonfort y después electo presidente de la Suprema Corte de Justicia. A causa del golpe de estado del Jefe del Ejecutivo contra la Constitución de 1857, ocupó la presidencia de 1858 a 1861, años de la Guerra de Reforma, en que dictó las leyes del mismo nombre. En 1861 fue electo Presidente constitucional para el periodo 1861-1865, pero dadas las condiciones de guerra con motivo de la Intervención francesa y del Imperio de Maximiliano, prolongó su mandato hasta 1867. Fue reelecto sucesivamente en 1867 y 1871. Defensor del liberalismo, de la soberanía nacional ante el imperialismo francés y de la república frente a la monarquía, fue el fundador de la sociedad civil que hizo posible la consolidación del Estado nacional mexicano. Sin dejar de ser católico, combatió al clericalismo, estableciendo un estado laico. Como defensor de la soberanía nacional, Juárez sentó las bases de la política exterior mexicana con los principios de igualdad jurídica de los estados, autodeterminación de los pueblos y la solución pacífica de las controversias. Inició también el sistema presidencialista en México, pues tenía como meta la idea de un gobierno rector de la sociedad para dar al país estabilidad política con el imperio de la ley. Por esta trascendental vida en la formación de nuestra nación, frente a la efigie de su persona colocada al costado sur del parque central de la cabecera municipal, el alcalde Santiago Avendaño Barrios acompañado por su comuna y en presencia de estudiantes de las escuelas de la zona centro, personal de este ayuntamiento, policía municipal, transito municipal y ciudadanía rindieron le justo homenaje colocando una ofrenda floral a sus pies.