Acá en el rancho grande


Nos van hacer nuestros calzones como los usa el vaquero o mínimo como un vanguardista diseño de
T-YORK

Por: Alejandro VALLE MÉNDEZ

San Andrés Tuxtla, Ver.- Es verdad que el centro de la ciudad se convirtió en un pesebre con gran variedad de animalitos (bueno, tal vez estos últimos siempre han existido, aunque con la actual situación, sacan el diente y muerden a quien se les ponga enfrente), y traen un humor peor que si anduvieran en celo, muestran su irritación por todo el proceso que está ocasionando el cableado subterráneo.

Y quienes son los primeros en escupir una gama de palabrotas altisonantes son los comerciantes (y con toda la razón), pues se están tronando los dedos o ya hasta contrajeron un nuevo tic nervioso en el ombligo, ya que sus ventas están en lo más profundo de la panza lombricienta de cualquier indigente (conste que no nombré a ningún político famoso, que bien podría servir de ejemplo, como el alcalde de Saltabarranca, Adán Sosa Zamorano, a quien le urge una buena dotación de pastillas Vermox, a ver si así logramos al fin desparasitarlo…).

Muy de cerca, en este calvario de los hijos de la tostada, extra crujiente y espolvoreada, con finos toques de queso rancio, se encuentran los conductores, que ya están pensado muy seriamente ponerles unas alas de zopilote a sus transportes, ya que sería la única forma de poder trasladarse de un sitio a otro por este rinconcito Tuxtleco.
Por que hasta para salir a comprar el pan, uno debe de hacer un estratégico mapa, y así poder llegar sano y salvo por las conchas o los cuernitos.

Y finalmente, los transeúntes ya están cansados de vivir como pescado empanizado, ¿Por qué? Por las bastas cantidades de tierra que se comen diariamente por la trompa, y ya ni hablar de lo que les cae a sus ojitos azules, y ya se cansaron de estar dependiendo de las gotas hidratantes, para evitar que se vean como marihuanos.

Para no hacerles el cuento tan largo, estos inconvenientes ya están poniendo morados, como el dinosaurio Barney, a todo los Sanandrescanos, quienes ni aunque les echen agua bendita podrán tranquilizarse.

Y la verdad, no ponemos en la olla de frijoles las buenas intenciones de la Alcaldesa Marina Garay Cabada con este ambicioso proyecto, que dará una excelente imagen al pueblo. Sin embargo, debemos ser francos y señalar que éste no se está realizando de forma muy apropiada o bien organizada. Para que me entiendan: cerrar casi todo el centro de la ciudad y sus alrededores de madrazo…(pintado, saludos Robertito), no resultó ser una idea tan chula como se suponía en un principio o, ¿usted qué opina? (Envía al 6111 tu comentario y podrás ganarte un kilo extra de tierra, ya que como dicen por ahí, si no puedes con el enemigo, mejor ponte a hacer castillos con él).

Ahora nuestra pregunta cambia, ¿no será que se equivocó al contratar a los responsables que le están llevando el proyecto, y en vez de encontrar a los que pensó que eran los mejores, se topó con una bola de ineptos e irresponsables que le pintaron el cambio de una manera y ahora están demostrando que no todo sería tan bello?
La moneda está echada al aire…ahora: hagan sus apuestas y den sus pronósticos…¡Y a divertirnos todos!
Las vacas dice: pic, pic, pic y los campesinos: “viene, viene, viene, quiébrate…pásale, aquí hay lugar para su carcachita con ruedas.”

 
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