En busca de…

La reserva de la biosfera
Y los chayotes perdidos de doña Chole


Catemaco, Ver.- La región de Los Tuxtlas es una de las más estudiadas del país, gracias a la Estación de Biología Tropical de la UNAM, por lo que la información que se tiene sobre la biología de las especies, constituye una condición indispensable para su manejo sostenible y representa uno de los primeros pasos para la conservación de sus recursos naturales. En el caso de los Tuxtlas, esto adquiere especial relevancia por el índice de endemismos que presenta.

En esta misma línea realizamos una entrevista con Francisco Gómez Marín, Técnico Académico en la Estación Tropical Los Tuxtlas (ubicada en Balzapote, en el Km. 30 del camino de Catemaco a Montepío), perteneciente al Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien nos expuso lo siguiente:

Esta reserva esta conformada por 150 mil hectáreas, de las cuales 30 mil forman parte de tres zonas núcleo que son las que están mejor conservadas, y el resto es un amortiguamiento donde se permite tener actividades ganaderas, productivas, pero que tienen que tener un control de ordenamiento, una regulación y que no se haga lo que cada quien quiere en el terreno. En México tenemos el derecho de propiedad pero todo tiene que estar condicionado. Sucede lo mismo con la gente del campo, deben de tener todo en orden ya que tienen que dar un beneficio social aparte del propio. En el planeta donde todo está relacionado con la tierra y el suelo; el terreno es una concesión que nos da la nación como propietarios para realizar cosas productivas, pero que redunden en beneficio de la sociedad; si lo que hacemos causa un perjuicio al medio ambiente, clima, recursos naturales del país y del planeta, entonces se deja de cumplir esa función de la propiedad.



¿Qué podemos encontrar en este sitio? “Una gran variedad, de 9 o 10 ecosistemas, desde la selva alta perennifolia que era lo que más había pero ahora ya no tanto, porque ocuparon las tierras bajas que se brindaron para el cultivo y la ganadería, siendo una reserva ocupada del 80%, así que de reserva pocos nos queda; ahora nos toca encaminar la restauración ambiental; la regeneración de los bosques y selvas, cuidar de los arbolas ayudando a que crezcan, etc...”


¿Algo más que nos quiera decir? “Nuestra estación de biología cuenta con 640 hectáreas incluidas en la zona núcleo, precisamente porque como propiedad de la UNAM se han venido conservando; además de promover investigaciones; obtener muchos conocimientos sobre la región, la selva, los ecosistemas, la flora y fauna. Estamos encargados de buscar vínculos con la sociedad para difundir el conocimiento generado en la estación; para que sea más utilizado porque, lamentablemente, si hay conocimientos pero los que toman las decisiones, políticos que manejan el presupuesto, se olvidan del medio ambiente, pues no tienen respaldo ni conocimientos para poder ayudar a la ecología.

Por último, estoy encargado de la vinculación, difusión y educación ambiental; soy parte de la comunidad de educadores ambientales de los Tuxtlas; donde los interesados en la educación ambiental formamos una comunidad de aprendizaje, intercambio de información, experiencias en pro del medio ambiente.”

 
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