A la hora de hacer la meme






¿El plástico no te deja contar borreguitos?

Por: Alejandro VALLE MÉNDEZ
En los últimos años, las tarjetas de crédito han ganado una fama repulsiva, principalmente por los altísimos intereses que las instituciones bancarias y tiendas departamentales cobran por la adquisición de un producto o servicio, pero al final de cuentas, los plásticos (como se les llama popularmente a las tarjetas) no tienen la culpa, ya que desde un principio, estas te ponen todas las cartas sobre la mesa (nos referimos a todo el papeleo lleno de letritas que firmas al solicitarlas); sin embargo, muchas personas le restan importancia a este aspecto y luego están haciendo unos berrinches de niños de primaria y poniéndose con sansón a las patadas, sin tomar en cuenta que los bancos y comercios nunca darán su bracito a torcer, en otras palabras ellos nunca pierden.

Aunque con un uso responsable, adecuado y óptimo, los plásticos resultan ser una gran herramienta, principalmente cuando surge alguna emergencia (por ejemplo si por una borrachera te gastaste toda tu quincena y por esto tus hijos fueron el primer día de clases con papel higiénico como cuaderno y un carbón como lápiz).
Además, con el tiempo si muestras un excelente historial crediticio (ósea si pagas puntualmente y no eres descarado y conchudo), puedes comprarte un envidiable automóvil o hacerte de tu propia casa con todas las facilidades del mundo.

En primera hablaremos de las tarjetas de crédito de los bancos, con las cuales puedes comprar todos los cachivaches que deseas en miles de establecimientos, sacar dinero de los cajeros, participar en boletazo o llevar a tu vieja a la tienda de la esquina y demostrarle que la amas obsequiándole un kilo de frijoles para la comida de mañana.
Por la gran competencia que existe en las tarjetas, las casas bancarias han reducido los intereses por el uso de su plástico, lo que disminuye en gran medida las deudas de los clientes.

Actualmente las tarjetas de crédito con los más bajos intereses son las siguientes: Afirme, Inbursa Efe y Banorte; en contraste las más caras son: las de Bancomer, Banamex y Santander Serfin.

Algo importante que debes saber es que existe cierta dificultad para que un banco te de una tarjeta de crédito en menos de lo que te tomas tu chocomilk. No es imposible, pero por lo general, si nunca has tenido una tarjeta de crédito, esto se volverá toda una aventura en donde al final te puedes quedar como el chinito milando, ya que sencillamente te pueden mandar a volar con todo y tus castillos en el aire que ya habías construido con tu flamante plástico.

Por otro lado, tenemos a las tarjetas de crédito departamentales (ya sabes conp-pelo, Sor y Ana; Boba aurrera y muchas más que ansían exprimirte los bolsillos), que en muchos casos, si se van lizas con los intereses, aumentándote casi el doble del precio de contado del producto que adquiriste. La ventaja que tiene esta situación, es que si uno quiere, te puedes llevar toda la tienda cuando se te hinche el dedo gordo.

Sea cual sea la tarjeta que tengas, ellas no tienen la culpa de que a cada rato te estén dando lata por teléfono para que cubras de inmediato tu pago vencido, o de los incontables citatorios legales que te llegan por correspondencia.
Aquí, el detalle es que muchos consumidores compran más de lo que realmente pueden pagar. “Así de fácil”, “Que fácil es estrenar”, “Llévate todo con abonos chiquitos”, son algunas de las frases que inteligentemente usan para querer lavarte la poca inteligencia que tienes y endeudarte de por vida. Y es que cuando te aprueban un crédito, es muy práctico para cualquiera llevarse todo lo que siempre has deseado y por falta de billete nunca lo has podido tener. (Si uno tiene las facilidades de meter el dedo en la miel, estamos seguros que no la desaprovecharás).

Antes de entregarle tu alma al banco o tienda departamental te recomendamos lo siguiente:

¿Realmente lo necesitas?
No porque toda la manada traiga el cel de máxima tecnología y sea el de moda, tu también tienes que correr a comprar el tuyo, y es que es cierto que nadie quiere quedarse abajo, pero si ya tienes un celular que tal vez no es de ultima edición, pero te sirve para enviar cursis mensajitos a tu mero mero sabor ranchero y para que te hablen y te cuenten el último chisme de la cuadra, entonces ¿para qué diablos quieres otro? No compres por comprar, y fíjate lo que realmente te hace falta ¿es tan difícil de entenderlo?
Finalmente, después de lo anterior, pregúntate si realmente podrás cumplir con los cientos de pagos de tu artículo (ya que si te la juegas con la ideología de “¡ay, si puedo!” te puede salir el tiro por la culata o por otro lado.

¿Dónde y cuándo comprar?
Los precios de contado y a crédito varían de changarro en changarro, en unos el precio al chaz chaz es muy tentador, y otros establecimientos piensan que eres analfabeta bajado del cerro y por consiguiente te querrán chamaquear, así que debes de ser muy observador y no dejarte llevar por el bombardeo visual de las estrategias publicitarias.
Y sobre cuándo comprar, la mayoría de los comercios manejan promociones con los meses sin intereses, una opción que puede permitir tener una envidiable pantalla gigante en casa y poder roncar como angelito, sin preocupaciones por tus pagos.
Otra opción es comprar en el menor plazo, aunque con esto el abono se incremente, en caso de haber intereses esto no se desbordan como los sueños frustrados por las medallas de muchos de los atletas en las pasadas olimpiadas en el país del arroz sin popote.

¡No te enredes!, si no sabes saca tu ábaco y toma nota
El saber administrarte puede evitarte muchos problemas, por ello debes de estar muy al pendiente de tus fechas de pago, ser puntual en ellos y evitar dejar abonos vencidos (“no pago en esta ocasión, mejor para la otra doy dos abonos” ¡Aguas con un toque de limones por pensar de esta manera!) También pagar un poco más de lo especificado puede darte bonificaciones en lo que debes.
Algo que tienes que tener muy en cuenta es que si pagas de una forma excelente, tu solito te recomendarás y podrás tener las puertas abiertas en otros comercios.
Todo está en tus manos, el lograr que tu nombre valga más que el dinero (sonó a eslogan publicitario), y disfrutar de los grandes placeres que un crédito te puede dar ¡Buen provecho!

 
Revista CRITICA DE LOS TUXTLAS - by Templates para novo blogger